Madre, mujer y fotógrafa comprometida e incansable

Irati Ayerza

Hola, soy Irati

Madre, mujer, contadora de historias, incansable y comprometida.

Estoy muy contenta de verte por aquí, mi casa, ya sea porque hayas decidido que quieres que cuente tu historia en fotos, porque quieres ver mi trabajo o simplemente saber más de mí. ¡GRACIAS!

Nunca me ha gustado demasiado hablar de mí, pero sé que es necesario que sepas quién está detrás de todo esto, que me conozcas un poco más y así podamos crear ese vínculo que nos ayude a trabajar juntas. Baso mi trabajo artístico y documental en la emoción, la naturalidad y la cercanía con las familias, por eso es importante que empiece por mí.

Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje, no hay memoria – Francisco Mora

Empecé en esto de la fotografía por casualidad. Con el nacimiento de mis hijos y la necesidad que sentí de documentar y retratar su infancia. Antes, estudié periodismo, mi pasión desde niña. Aún me recuerdo con 8-9 años sentada en la cocina leyendo el periódico, desde la portada hasta los pasatiempos. Por lo tanto, se puede decir que desde siempre me ha gustado contar las historias y testimonios de la gente. Antes con la palabra, ahora con las imágenes.

También tengo formación y experiencia laboral como agente de viajes (viajar es mi otra gran pasión) y experto en inteligencia emocional; experiencia que me ha aportado madurez, versatilidad y capacidad de trabajo en equipo. Tengo mucha paciencia, soy comprometida y me implico mucho en cada proyecto que pongo en marcha. Soy bastante cabezona, cuando se me mete algo entre ceja y ceja no paro hasta conseguirlo.

Me mueve e inspira la belleza de las cosas pequeñas. Lo auténtico. Lo cotidiano. El arte y la naturaleza. Una canción lenta detrás de una cristal, una tarde de lluvia y frío.

Me gusta viajar y descubrir culturas. Escuchar historias de la gente. Una cerveza con amigos. El olor a salitre y el ruido de las olas. El olor a tierra mojada después de una tormenta de verano. Caminar descalza. Llenar mi salón de plantas. Alargar las mañanas en la cama. Jugar con mis hijos, achucharlos y oírles reír. Improvisar, pero a mi manera.

No puedo con las faltas de respeto y con las imposiciones. El egoísmo. Las injusticias.

¿Te apetece que nos conozcamos? Te espero.